viernes, 27 de abril de 2018

La arquitectura de la ciudadela Chan Chan







Una de las características de la sociedad chimú es su rígida división en grupos sociales. Una de las ideas más aceptadas es que las ciudadelas fueron verdaderos palacios en los que vivía la selecta nobleza, aislada casi por completo del mundo exterior. Su acceso era restringido. Estos palacios no sólo servían como viviendas de elite sino que reunían en su interior a funcionarios encargados de recibir los productos que el pueblo entregaba a manera de tributo.
Se cree que también había artesanos especializados al servicio de los nobles y que ciertos sectores del palacio albergaban a los sirvientes y se diferenciaban claramente de la zona habitada por los señores.





Se supone que cada uno de los palacios pertenecía a un gobernante y que cuando éste moría, era enterrado en el sector de las plataformas funerarias. El palacio le seguía perteneciendo y sus parientes continuaban viviendo en él encargándose de rendirle veneración. El siguiente gobernante tenía que construir su propio palacio en el que viviría y se enterraría al morir. Esto quiere decir que los palacios fueron construidos uno después del otro, según morían los sucesivos gobernantes. Los sucesores del mítico Tacaynamo habrían sido enterrados allí, cada uno en su palacio.

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